lunes, 1 de febrero de 2010

LOS POCITOS DE VILLA LA FUENTE



















Visitar los pocitos de Villa La Fuente, que antaño fuera mejor conocido por los naturales del lugar como los pozos de agua de salud, representa abrir la mente a la imaginación y al poder de la fe. En este lugar, ubicado en Tolé cabecera y cercano a Veladero se presta para tejer muchas historias. Si fueramos niños podríamos imaginar que tras los vetustos árboles se esconden seres monstruosos o benignos, o que en sus troncos centenarios se fue marcando la historia del Tolé de ayer.
Quizá más de uno recordara las excursiones escolares o las furtivas que peregrinaban hacia ese sitio. Allí pudo comenzar muchas historias de amor, que hoy se solazan en la paz de la familia. Se llega a él por un sendero que recuerda los bosques de los cuentos, umbríos, gigantes y ubérrimas de vegetación. A los pozos se debe llegar en paz, pues es el silencio lo que reina en este sitio. Sin embargo, en otros tiempos no fue así. Los pozos de agua de salud hervían de gente. Desde rincones lejanos, de otras provincias como Colón, Bocas del Toro o de la capital, llegaban como en caravanas gentes en busca de salud. Aún hoy podemos encontrar personas que dan testimonio del poder curativo de sus aguas; curaban hasta los clásicos dolores de reumatismo y para ello los sedientos de salud venían con sus familiares, en hamacas, sillas de ruedas o cargados al hombro, pero venían.
A quien se le atribuye la notoriedad de este sitio es a al señor Rafael Murgas hacia 1958 –según testimonio que recuerda el señor Juvenal Sanjur, en la sección de Estampa chiricana de la revista Actualidad No 5, de septiembre de 1990-. Con un comité que conforma, establece mejoras al lugar y ofrece mayores comodidades a los visitantes, tantos y tan buenos que –según el citado documento-, durante la estación seca los pozos perdían su caudal y entonces había la “necesidad de fijar horarios para los bañistas, a fin de garantizar agua para todos.”
Hoy este sitio permanece olvidado de muchos, tan sólo la imagen de la Virgen de Santa Ana, patrona del sitio, se yergue tras los árboles como en la espera de que vuelvan mejores días. De sus aguas curativas, tan sólo queda el recuerdo de los testimonios… Y al final del recorrido por los pocitos de Villa La Fuente o de los Pozos de Agua de Salud, quedó la esperanza de que este sitio vuelva a resurgir como sitio de interés turístico en el distrito de Tolé.

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